Por descubrir
#1

Camon

Clasificado como «los pueblos más bonitos de Francia» y elegido desde 2014 como «ciudades y pueblos en flor», el pueblo lo tiene todo para gustar. Caerá rendido ante el encanto de este pueblo fortificado con sus calles y callejuelas llenas de flores. Ha conservado su aspecto típico gracias a sus casas antiguas. Un pequeño consejo: no dudes en ir en primavera, los rosales te dejarán notas dulcemente perfumadas.

#2

Vals

Conocida por su hermosa iglesia románica rupestre, catalogada como monumento histórico. El pueblo de Vals está lleno de preciosas casas antiguas de piedra, lo que le confiere cierto encanto. Te aconsejamos que subas a las alturas del pueblo para disfrutar de una hermosa vista de los Pirineos.

Pirineos.

#3

Mirepoix

La ciudad medieval de Mirepoix le sumergirá en la Edad Media con su plaza principal, cuajada de casas con entramado de madera. Durante todo el año, le encantarán los numerosos eventos que se celebran en la ciudad. Además, la ciudad acoge un mercado todos los lunes en la plaza principal que bien merece una visita.

#4

Roquefixade

La bastida de Roquefixade es un pueblo auténtico, lleno de historia y un lugar de excursión ineludible. De hecho, está atravesada por dos GR (107 y 367) y cuenta con numerosos bucles de senderismo en su territorio. El antiguo pueblo fue víctima de la cruzada contra los albigenses. El rey de Francia reconstruyó una fortaleza real en el emplazamiento de esta última. El pueblo se trasladó al pie de la montaña para construir una bastida.

#5

Montségur

#6

Roumengoux

Este bonito pueblecito situado en una colina le ofrecerá una vista impresionante de los Pirineos. En esta misma explanada, encontrará paneles de interpretación del paisaje para apreciar mejor la cadena pirenaica, así como mesas de picnic. Además, si lo desea, puede realizar una excursión para descubrir sus numerosas fuentes.

#7

La peyregade

La aldea de Peyregade, situada en el municipio de Montferrier, está enclavada en el corazón del estrecho valle por el que discurre el río Touyre. Se entra en esta pequeña aldea de montaña a través de una puerta abierta, que permite descubrir casas donde el tiempo parece haberse detenido. Los senderos le conducirán a la cascada de Teychou o a una enigmática roca llamada «piedra del sacrificio». Atención: No recomendamos a los campistas que tomen la carretera de Peyregade.

#8

San Félix de Tournegat

Este pueblo es la única circulade los Pirineos Cátaros. Su hilera de casas formaba parte directa de las fortificaciones. Encierran en forma de elipse una imponente iglesia, dedicada a San Félix. La iglesia tiene un campanario monumental conocido como «peine». El pueblo medieval estuvo antaño rodeado de fosos y uno de sus párrocos fue cómplice de los caballeros resistentes de Montségur en su retirada del asesinato de los inquisidores en Avignonet en mayo de 1242.

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