Una maravilla
geológicaPero, ¿qué pudo dar forma a estas impresionantes cascadas de unos treinta metros de altura? ¿Y por qué la roca que las forma es tan ligera?
Basta con preguntarse por esta rara y frágil curiosidad geológica.
En realidad, las cascadas son el resultado de fenómenos químicos que provocan la formación de depósitos calcáreos sobre la vegetación. Las cascadas se alimentan de las aguas del Turasse, rebosantes de esta sustancia mineral. Las proyecciones de las cascadas se depositan sobre musgos y trozos de madera, formando una costra blanca o beige.
La descomposición de la vegetación deja poco a poco multitud de pequeños agujeros, dando a la roca una textura porosa y esponjosa. Esto se denomina toba y se conoce como cascada de toba.
El entrelazamiento de raíces y rocas de formas curiosas nos transporta a un auténtico templo natural.