Nuestros caminos más bellos

De todas las rutas que conducen al Mont Fourcat, ésta es quizá una delas más bellas. El ascenso por la cresta desde Le Coulobre al final de la aventura es especialmente memorable.

El Mont Fourcat culmina a 2001 m de altitud. Por supuesto, a esta altura se puede disfrutar de una extraordinaria panorámica de 360° sobre las llanuras y los Pirineos del Ariege.

La cima es una inmensa cúpula acogedora. Uno se siente tan a gusto aquí… que no quiere bajar nunca más. ¡Aquí, te sientes como los reyes del mundo!

Este paseo, que le llevará desde la estación de Monts d’Olmes hasta el Etang d’Appy, le introducirá en la flora y la fauna de los Pirineos. Enclavado en un circo dominado por el pico de Saint-Barthélemy, este estanque, famoso por sus poblaciones de peces, ofrece hermosas vistas de las montañas del Ariege. Es imprescindible saborear un momento de descanso a orillas del bonito Etang d’Appy.

Hay muchas variantes posibles de esta ruta, como el étang de Fage Belle y el Col de Cadène. Un pequeño extra para los más avispados o los menos deportistas: ¡puede subir en telesilla hasta la estación de Monts d’Olmes!

He aquí un paseo que combina naturaleza e historia. Con todo el condimento del misterio cátaro como hilo conductor. Desde Lavelanet, seguirá las huellas de quienes, durante siglos, utilizaron la que entonces era laúnica vía de acceso entre la capital del Pays d’Olmes y el castillo de Montségur. Esta excursión ofrece una hermosa sucesión de diferentes paisajes y panoramas, con una vista ininterrumpida del castillo.

Este sendero histórico empinado y arbolado, con una vista ininterrumpida del castillo, se encuentra en parte en la ruta del Chemin des Bonshommes, el GR107.

Encaramado en un impresionante acantilado, el castillo de Roquefixade ofrece una vista excepcional de los Pirineos de Ariege. El pueblo de Roquefixade es una antigua ciudad fortificada. Un maravilloso paseo entre bojes y cabañas de piedra seca conocidas como «Orris».

Roquefixade se encuentra en la encrucijada de varios senderos. De este a oeste, el sentier Cathare une Foix con Montségur y con Cataluña. Al norte, el sendero Tour du Pays d’Olmes conduce a Roquefort les Cascades. El bucle del castillo de Roquefixade utiliza parte de estos senderos.

Recorre las crestas que dominan el castillo de Roquefixade. Entre verdes praderas y bosques de hayas y castaños, se encontrará, hacia el norte, bajo magníficos cenadores de boj . Las magníficas encinas guiarán sus pasos entre orquídeas salvajes , mientras que el lirio le devolverá a la civilización.

Hay doce rutas de senderismo alrededor del castillo.

Enclavado en un bonito valle verde, con los Pirineos cátaros como telón de fondo, el lago de Montbel es un auténtico paraíso para los amantes de la naturaleza. Es difícil no caer rendido a los encantos de esta laguna cristalina, ideal para nadar, practicar deportes náuticos, hacer senderismo y descansar. Invitación al viaje, este oasis de frescor enclavado en un océano de verdor ofrece una escapada de ocio y relajación. Aventura y cambio de aires garantizados.

Hay un sendero de 16 km que da la vuelta completa, por lo que puede ir enbicicleta de montaña, a pie o a caballo con la ayuda de los picaderos cercanos.

El paseo alrededor de Roumengoux comienza en el pozo del pueblo, e inevitablemente le atraerá la vista desde el mirador cubierto de hierba en el centro del pueblo.

Para un paseo tranquilo, el paseo alrededor del pueblo de Roumengoux es perfecto.

Este agradable paseo familiar le llevará de fuente en fuente y le refrescará especialmente en verano.

El recorrido transcurre por un pueblo encantador y ofrece hermosas vistas de la campiña circundante. Una sensación de tranquilidad invade todo el camino, dejándole profundamente renovado. Promete ser un día precioso.

Estas gargantas forman un pequeño cañón que antaño fue el emplazamiento de un yacimiento de bauxita. Hoy en día, este circuito muy agradable le permite pasear por el sendero de interpretación sobre la biodiversidad del lugar, lugar de nidificación y cría de numerosas rapaces y otras aves de paso. Déjese seducir por las gargantas y colinas circundantes, donde a veces se pueden avistar halcones peregrinos y alimoches.

Es un bonito paseo familiar a lo largo de las gargantas, dominadas por las murallas del antiguo castillo de los Condes de Péreille, que defendieron la fortaleza de Montségur en 1244.